Por Germán Ortiz
Consejero Provincial
Coordinador Provincial V Congreso
Coordinador Provincial V Congreso
Como congresal representante de la provincia de Talagante, y como encargado por la Directiva Provincial del Congreso tuve la oportunidad de asistir al V Congreso Nacional del PDC y esta fue mi experiencia.
El trabajo previo
En primer lugar tengo que decir que el Congreso del fin de semana pasado fue la culminación de un trabajo realizado durante más de un año por las bases territoriales y funcionales del Partido. Fue un trabajo llevado a cabo en forma muy acuciosa y ordenada por algunos y – la verdad sea dicha – un trabajo inexistente para la mayoría de los militantes. No obstante lo anterior, en estos tiempos en que la actividad política está tan fuertemente cuestionada, el solo hecho que muchos militantes de la base democratacristiana se hayan reunido a lo largo de un año para discutir hacia donde vamos como Partido ya puede ser considerado en si mismo como un éxito.
En mi caso personal tuve la oportunidad de asistir a algunas reuniones en las comunas de la provincia de Talagante, preparando las actividades finales del Congreso, revisando lo que hicieron algunas comunas, y finalmente tuvimos una reunión donde pudimos consensuar algunas propuestas para llevar desde la provincia.
Además de eso, participé también como integrante del núcleo agrícola, liderado por el camarada Arturo Barrera, el que organizó varias reuniones con exposiciones de destacados militantes relacionados con el mundo agropecuario, y si bien no se ha escuchado mucho de las conclusiones, creo que el debate de este sector fue un trabajo muy bien hecho, cuyas conclusiones permitirán tener una línea programática clara para el futuro en dicha área.
El Congreso – día inaugural
El día viernes 12 de octubre llegué cerca del mediodía hasta el Liceo Don Bosco, ubicado en Ricardo Cumming con la Alameda. Había mucha gente, congresales de todo el país, muchos insignes y conocidos camaradas, pero también muchos ilustres desconocidos como yo. Primer punto a favor del Congreso: permitió igualar a la elite del partido con las bases, y permitió a los representantes de las bases tener acceso directo a los máximos dirigentes.
La inauguración oficial tuvo el realce especial otorgado por la presencia de la Presidenta Bachelet, la cual – según me pude dar cuenta – tiene la simpatía de la gran mayoría de las bases del PDC, (o al menos de los congresales presentes). Distinto es el caso del ex Presidente Lagos, cuyo nombre generó audibles pifias cada vez que saltó a la palestra. Lo anterior en mi opinión demuestra que si Lagos quiere volver a ser candidato, debe tener claro que en cuanto a la DC se refiere, no solo enfrentará antipatía sino derechamente oposición activa.
El ambiente se veía bien organizado. Sin embargo, mi desilusión (y la de muchos) fue grande al comprobar que el proceso de acreditación fue llevado con muy poco profesionalismo. Básicamente había un solo punto de atención para más de 1.800 congresales, lo que se transformó en una enorme fila y largos tiempos de espera que restaron tiempo al trabajo de las comisiones.
Finalmente luego de más de una hora de paciencia, pude acreditarme – no sin antes descubrir que la acreditación costaba $10.000 por congresal, cosa que fue un total descubrimiento. Finalmente y luego de algunas negociaciones con el encargado de recaudaciones conseguí una rebaja del 50% y así me inscribí en la comisión de Ciudad y Desarrollo Urbano.
El trabajo de comisiones
La comisión de Ciudad y Desarrollo Urbano estaba presidida por el camarada Jaime Ravinet, y también Juan Eduardo Saldivia, subsecretario de Obras Públicas, y el Alcalde de Punta Arenas, Juan Morano. La comisión comenzó su trabajo con alrededor de 15 integrantes, pero su número fue creciendo hasta superar los 30. De todas formas, todo el mundo tuvo tiempo para plantear sus posturas y sentí que el documento final fue un buen resumen del consenso alcanzado.
En cuanto a mi objetivo, me interesaba destacar el hecho de que con los actuales recursos fiscales era posible llevar a cabo planes de desarrollo en las comunas medianas y pequeñas, tales como las nuestras, y que se debía buscar desarrollar una identidad mediante la creación de espacios públicos de calidad. Creo que el documento final recogió buena parte de mis ideas, que por cierto también eran las de muchos otros camaradas. Una profundización de la democracia en los gobiernos locales y un financiamiento acorde con las responsabilidades entregadas a los municipios fueron otros puntos del consenso.
Hora de discursos
El día viernes finalizó con el debate en el plenario. Esta parte del Congreso fue un poco “a la antigua” en mi opinión, ya que se utilizó el esquema clásico de las juntas nacionales, donde los próceres del partido hacen sus discursos más políticos. En esta ocasión, se privilegió dar la palabra a los ex presidentes del partido. Se sucedieron entonces, los discursos de Adolfo Zaldívar, Eduardo Frei, Ricardo Hormazábal, Gutenberg Martínez y Andrés Zaldívar. El discurso que me interpretó más fue el de Ricardo Hormazábal, aunque no hubo ninguno que me disgustara mucho por lo que creo que la división de la cual tanto se habla en el partido no es tal, o al menos no es un asunto ideológico sino más bien un asunto de personas. Al llegar el turno de Andrés Zaldívar los congresales comenzaron a hacer abandono del plenario en masa, por lo que el resto de los discursos fueron más bien un saludo a la bandera, incluyendo el del precandidato presidencial Marcelo Trivelli. Debo reconocer que la Presidenta del partido, camarada Soledad Alvear, se quedó a escuchar todos los discursos, hasta cerca de las 2 de la madrugada. Yo también me quedé y una de las cosas que me llamó la atención fue el ánimo incendiario y totalmente fuera de tono con el resto del congreso del camarada de la juventud que hizo el discurso final – se me escapa su nombre. Me quedó grabada una frase con la que comenzó su intervención a la cincuentena de congresales presentes a esa hora: “¡Aborrezco la elite política!”. Me dio mucho gusto no pertenecer a ella en esos momentos.
El día domingo, entre fútbol y conversaciones de pasillo
El sábado comenzó tarde para mi, y para muchos otros congresales luego de la intensa jornada del viernes. Mi comisión terminó su trabajo justo cuando llegaba a interiorizarme de sus avances, pero debo decir que estuve de acuerdo con la gran mayoría de sus conclusiones. Luego de un rápido almuerzo, me dediqué a compartir opiniones con otros camaradas, algunos de los cuales eran viejos conocidos, y también asistí a uno de los talleres organizados para la tarde, donde un diputado de la DC alemana nos horrorizó con historias de bioética donde flotaban sapos sin cabeza y bebés humanos sin cerebro cuyas madres recibían dinero para darlos a luz y así aprovechar sus órganos. Con mi amigo y camarada Juan Pablo Gómez, de la comuna de El Monte, decidimos entonces escapar de tales horrores y refugiarnos en algo más prosaico como el partido de Chile frente a Argentina. No hubo caso, nuestro mejor ánimo solo alcanzó a durar media hora.
El Plenario y el resumen de la comisiones
Así fue llegando el final del día y se preparaba el plenario con el resumen de las 34 comisiones. Como ustedes sabrán, la mayoría de las conclusiones de las comisiones fueron aprobadas por la unanimidad de sus integrantes, y solo en unas pocas hubo posiciones discrepantes. Notablemente fueron dos comisiones las que han acaparado la atención post-Congreso. La primera se refiere a la postura de la DC en relación a la reposición de la norma de aborto terapéutico en el parlamento, moción que fue defendida intensamente por un grupo de camaradas, mayoritariamente mujeres, que participaron en la comisión de Políticas de Género. Sin embargo, la moción fue rechazada ampliamente en el plenario – yo voté en contra de su aprobación.
La segunda discrepancia se produjo en la comisión de educación, y se refiere como podrán adivinar, a terminar con el lucro en la educación particular subvencionada. La comisión votó ampliamente por incluir esta moción, a pesar de que puede haber muchos camaradas que no estén de acuerdo, por ejemplo Mariana Aylwin, quien dirige una corporación educacional – sin fines de lucro – y que además fue la presidenta de la Comisión Organizadora del Congreso. Pues bien, se notó que muchos congresales de la JDC se organizaron para asistir a esta comisión y a hacer un ruidoso apoyo a esta posición, lo que fue calificado por Mariana Aylwin como una “encerrona”. Debo decir que al margen de esta actitud un poco matonesca de la JDC, la moción generó amplio apoyo entre la mayoría de los congresales, por lo que creo que su aprobación debería mantenerse como válida.
Mi resumen Post-Congreso
Ha pasado más de una semana ya desde el fin del Congreso, y en esta semana he podido seguir el debate producido en los medios y los múltiples análisis y conclusiones que los diferentes analistas y actores políticos han realizado, incluyendo a varios camaradas. Mi impresión es que ha sido un hecho muy positivo. Más que lo que se ha comentado. Ha sido un ejercicio democrático que nos diferencia y nos prestigia entre los partidos políticos chilenos. También ha reflejado el sentir de las bases y esto lo he podido apreciar en el plenario final, donde las conclusiones de las diferentes comisiones fueron aprobadas mediante el aplauso espontáneo de la mayoría de los congresales. La derecha ha machacado insistentemente que la DC ha hecho un giro a la izquierda. ¡Qué mejor indicador que la derecha nos acuse de izquierdismo! Para mi es un síntoma de que por fin vamos encontrando el rumbo que teníamos un poco extraviado. Me queda la sensación de que estamos en sintonía con lo que quiere la gran mayoría del país, más, ¡aún si no fuera así! Me queda la agradable sensación de que a partir de hoy somos un poco más consecuentes con nuestros principios y nuestros valores. Y me siento un poco más motivado a seguir haciendo política a pesar de todo.
Germán Ortiz Silva
Consejero Provincial
Coordinador Provincial V Congreso Nacional
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